En Königstrasse, un pequeño pueblo de Alemania, vive el profesor Otto
Lidenbrock, un gran científico especializado en la mineralogía y en
todas las ciencias en general. Él y su sobrino Axel comparten aventuras y
enseñanzas entre muchas cosas y mantienen una relación muy buena.
Un día, el profesor, llegó muy alborotado de una librería. La razón de
tal nerviosismo era la pieza de museo que encontró en ella. Era una obra
de valor incalculable, de la cual se deslizó un pergamino muy antiguo
escrito con letras extrañas y desconocidas para Lidenbrock.
En una arboleda alta, frondosa y espesa encontraron huesos de animales
antediluvianos, gigantes extraños y algunos cráneos humanos, lo que,
evidentemente, representaría un descubrimiento único y de una
importancia incalculable.
Durante la caminata vieron una galería cerrada. La hicieron explotar con
dinamita desde la almadía para intentar atravesarla. Después de
producirse la explosión empezaron a subir y subir empujados por una agua
ardiente, origen de una erupción volcánica que provocaron.
Cuando despertaron se encontraban en el volcán Estrómboli. Habían recorrido medio mundo debajo de la Tierra.
Al llegar a su pueblo y contar la experiencia, su nombre resonó por todo
el mundo. No sabían exactamente hasta donde habían llegado, pero se
sintieron muy orgullosos.
A pesar de todo Otto Lidenbrock no estaba satisfecho porqué todavía
desconocía qué les había hecho volver al punto de partida en la travesía
del lago. Y no disfrutó totalmente de su éxito hasta que Axel le contó
que la brújula se trocó durante la tempestad.
El profesor fue considerado un sabio y se le concedieron diversos
puestos de honor, aunque su verdadera felicidad reposaba en el viaje al
centro de la Tierra.
En 1872, Phileas Fogg, un rico caballero londinense
obsesionado por la puntualidad y la exactitud, realiza una apuesta donde
pone en juego la mitad de su fortuna.
Acompañado por
Rigodon, su atlético y espontáneo mayordomo, se va de Londres para dar
comienzo a una increíble carrera contra reloj: dispone de 80 días para
dar una vuelta al mundo ya sea por aire, por mar o por tierra.
Los dos protagonistas serán retrasados en su proyecto
por el inspector Fix, que relaciona el hecho de la repentina partida de
Fogg, con el robo del Banco de Inglaterra y lo persigue convencido que
fue el autor del delito.
Esta es una de las más notables y divertidas aventuras surgidas de la pluma de del fantástico Julio Verne.
Si bien Verne es considerado uno de los padres de la ciencia ficción y
la especulación científica y la anticipación de inventos que aparecerán
posteriormente a su época son algunas de las características más
destacadas de su obra, en este caso priman la acción y el intento de
demostrar que la audacia puede superar a todas las fronteras.